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martes, 5 de mayo de 2020

Sistema Endocrino

Sistema endocrino: funciones y estructura





1.- ¿Cómo funciona el sistema endocrino?
El sistema endocrino, al igual que el sistema nervioso, actúa como una red de comunicación que responde a estímulos liberando sustancias químicas. Este sistema está constituido principalmente por glándulas y hormonas.
Las glándulas son estructuras que están formadas por un conjunto de células especializadas cuya función principal es la síntesis de hormonas. Se clasifican como exocrinas y endocrinas, considerando el lugar donde vierten sus secreciones.
Las glándulas exocrinas son aquellas en las cuales las secreciones salen de la glándula a través de un conducto, vertiéndolas a cavidades, a otros órganos, o a la superficie externa. Corresponden a glándulas endocrinas, las glándulas sudoríparas, las glándulas salivales y sebáceas.
Las glándulas endocrinas, por otro lado, corresponden a glándulas rodeadas de capilares sanguíneos, cuyas secreciones fabricadas en ellas, difunden y atraviesan los capilares, siendo transportadas por el torrente sanguíneo. Corresponden a glándulas endocrinas, los testículos, los ovarios, el páncreas y la tiroides. 


Las hormonas, son sustancias químicas que son sintetizadas por glándulas endocrinas y que son transportadas por la sangre u otra parte del organismo.
Ellas ejercen solo su función sobre células que poseen receptores específicos, es decir, sobre células blanco o dianas. Son muy eficaces, ya que una mínima cantidad de hormona es suficiente para que esta cumpla su función. Por otra parte, su acción es más lenta, pero más continuada que la de los impulsos nerviosos.
Por la acción de control e integración que poseen las hormonas, están sujetas a un sistema de control en su producción y eliminación. Esto sucede gracias a un mecanismo llamado feedback o retroalimentación.
Este mecanismo es un sistema de autocontrol, en el cual una hormona es capaz de regulación su propia secreción. Para ello, cuando hay un aumento de la concentración hormonal, se produce una disminución de su liberación.
Las hormonas se dividen en dos tipos según el origen que tengan: hormonas esteroideas y hormonas no esteroideas.
Las hormonas esteroideas, derivan del colesterol y por ende son sintetizadas en el retículo endoplasmático liso. Son hormonas solubles en lípidos, que difunden fácilmente hacia dentro de la célula blanco, uniéndose a un receptor dentro de ella. 


Las hormonas no esteroideas, derivan de proteínas, y se adhieren a un receptor presente en la membrana, en la parte externa de la célula. Este receptor tiene en su parte interna de la célula un sitio activo que inicia una serie de reacciones que inducen a cambios en la célula. Esta tipo de hormona actúa como un primer mensajero, produciendo sustancias químicas, que se liberan por exocitosis.

De acuerdo a su estructura, las hormonas presentan distintos mecanismos de acción: mecanismo de acción de hormonas esteroidales y mecanismo de acción de hormonas proteicas.
Las hormonas esteroideas, gracias a su naturaleza lipídica, son capaces de atravesar fácilmente las membranas de las células diana, y se unen a las moléculas receptoras de tipo proteico, que se encuentran en el citoplasma.
De esta manera, llegan al núcleo, donde ejercen su acción modificando la expresión genética del ADN, promoviendo o inhibiendo la síntesis de determinadas proteínas, que desencadenan los procesos fisiológicos de los que esa hormona es responsable. 


Las hormonas proteicas, generalmente por ser moléculas de gran tamaño, no pueden entrar a las células blanco, por lo que, usan moléculas receptoras que hay en la superficie de sus membranas plasmáticas, provocando la formación de un segundo mensajero, denominado AMPc, que es el que induce los cambios en la célula al activar a una serie de enzimas que producen el efecto metabólico deseado. 

2- Estructura del sistema endocrino
El sistema endocrino, está formado por diversas estructuras que permite llevar a cabo el correcto funcionamiento del organismo.

- La glándula tiroides, es una pequeña glándula, que se ubica debajo de la barbilla, que tiene forma de mariposa, y dos lóbulos, uno a cada lado, unidos por una zona central llamada istmo.
En su cara posterior, se encuentran unas pequeñas glándulas que participan en el metabolismo del calcio y fósforo, denominadas paratiroides. Hay cuatro paratiroides, dos en cada lado.
La tiroides proporciona las hormonas que controlan el metabolismo y el crecimiento. Su principal función es absorber el yodo y convertirlo en hormonas, tales como la tiroxina (T4) y triotironina (T3), que se encargan del metabolismo celular. 

- El timo, es otra glándula, que se ubica en la cavidad torácica, entre el corazón y el esternón. Su función principal se relaciona con el sistema inmune, dado que, tiene relación con la maduración y diferenciación de los linfocitos T, que provienen de la médula ósea. 

- El corazón, también es una estructura que posee una función endocrina, que está encargada por las aurículas, ya que estas actúan como glándulas que liberan un péptido, denominado ANP, cuya función consiste en inhibir la secreción de aldosterona en la corteza suprarrenal, y por ello, inhibe también la reabsorción de iones sodio en los nefrones, aumentando la eliminación de iones sodio en la orina. Además, esta hormona también regula, la presión sanguínea.
- Las glándulas suprarrenales, se ubican sobre ambos riñones, y es posible distinguir en ellas dos porciones: la corteza y la médula. En la corteza, se producen hormonas esteroides como el cortisol, la aldosterona y la testosterona, mientras que la médula, que corresponde a la parte interna de la glándula, produce adrenalina y noradrenalina. Estas sustancias actúan sobre el sistema nervioso vegetativo. También tiene acción sobre las contracciones cardíacas y sobre la presión de la sangre. 

- El páncreas, corresponde a una glándula mixta, que forma parte del sistema digestivo y el endocrino, ubicada debajo del estómago y que se conecta con el duodeno. Produce dos hormonas, la insulina y el glucagón, que regulan la concentración azúcar en la sangre y sus efectos son antagonistas. 

- Las gónadas (testículos y ovarios), corresponden a glándulas que secretan hacia el exterior gametos y presentan secreción interna de hormonas que ejercen su acción en los órganos que intervienen en la función reproductiva.
Cada gónada produce las hormonas propias de cada sexo, pero también una pequeña cantidad de las del sexo contrario.
Los ovarios corresponden a las gónadas femeninas, y son estructuras pares con forma de almendra que se ubican a ambos lados del útero. Estas estructuras secretan un grupo de hormonas denominadas estrógenos, que son necesarias para el desarrollo de los órganos reproductores y de las características sexuales secundarias, como la distribución de la grasa, la amplitud de la pelvis, el crecimiento de las mamas, y el vello púbico y axilar. 

Las gónadas masculinas o testículos, son cuerpos ovoideos pares que se encuentran suspendidos en el escroto. Las células de Leydig presentes en los testículos produce hormonas masculinas, denominadas andrógenos, de las cuales, la más importante es la testosterona, que estimula el desarrollo de los caracteres sexuales secundarios, influyendo en el crecimiento de la próstata y las vesículas seminales, y estimulando la actividad secretora de estas estructuras.

- El hipotálamo, es una estructura fuente de hormonas, que actúan estimulando o inhibiendo la secreción de otras hormonas.  Las hormonas que produce se denominan factor liberador, y actúan sobre el lóbulo anterior de la hipófisis. También produce las hormonas antidiuréticas (ADH) y la oxitocina, que son almacenadas en el lóbulo posterior de la hipófisis y liberadas desde allí.
- La hipófisis también llamada pituitaria es una pequeña glándula endocrina que cuelga del hipotálamo. Está dividida en varios lóbulos, sin embargo, los que tienen relación con el sistema endocrino son la adenohipófisis o hipófisis anterior y la neurohipófisis o hipófisis posterior.
- La glándula pineal, se ubica en el cerebro, y es una pequeña glándula que secreta melatonina, hormona que afecta a la modulación de los patrones del sueño.
- Los riñones, además de ser órganos encargados de retirar los desechos presentes en el organismo, liberan tres hormonas: la eritropoyetina, que estimula la producción de glóbulos rojos en la médula ósea; la renina, que regula la presión arterial; y la forma activa de la vitamina D, que ayuda a mantener el calcio para los huesos y para el equilibrio químico normal del cuerpo.
- Finalmente, la placenta, órgano que se relaciona directamente con el embarazo, produce diversas hormonas, entre las que se encuentran la gonadotropina, estrógenos, progesterona, entre otras.
Dentro de todas las estructuras mencionadas anteriormente, el hipotálamo tiene una función de gran importancia, dado que, corresponde a una región del encéfalo, que está encargada de controlar las funciones del medio corporal interno del organismo, su comportamiento sexual y las emociones, pero también, controla el sistema endocrino, ya que libera neurohormonas, que actúan como inhibidoras o estimulantes en la secreción de las hormonas producidas por la hipófisis anterior.
La hipófisis, es una glándula endocrina, cuya hormonas que secreta controlan el funcionamiento de casi todas las demás glándulas endocrinas del organismo. 

Lóbulo
Hormona
Órgano diana
Acción
Adenohipofisis..
TSH
Tiroides.
Estimula el Tiroides.
ACTH
Corteza suprarrenal.
Estimulación de la corteza suprarrenal.
STH
Todos los órganos.
Estimula el crecimiento.
LH
Gónadas.
Estimula la secreción de testosterona y la ovulación.
FSH
Gónadas.
Maduración del folículo ovárico y formación de espermatozoides.
Prolactina
Mamas.
Crecimiento de las mamas, secreción de leche.
Neurohipófisis.
Antidiurética
Riñones
Reduce la orina producida.
Oxitocina
Útero y mamas.
Contracciones del útero en el parto y producción de leche en las mamas.


2.- ¿Qué trastornos hormonales se conocen?
Por lo general, las enfermedades hormonales ocurren si los niveles hormonales están demasiado elevados o muy disminuidos. Sin embargo, también pueden ocurrir si el cuerpo no responde de manera adecuada a las hormonas como debería hacerlo. El estrés, las infecciones y los cambios en el equilibrio de los líquidos y electrolitos en la sangre, también pueden afectar estos niveles.
El páncreas es una de las glándulas encargadas de producir hormonas reguladoras, realizando esa función a través de las células de los Islotes e Langerhans.
Son dos las hormonas que el páncreas secreta, la insulina y el glucagón. Ambas regulan la concentración de azúcar en la sangre y sus efectos son antagónicos, es decir, una hace lo contrario de la otra.
El glucagón favorece la degradación de glucógeno almacenado en los tejidos, liberando glucosa a la sangre para su distribución a los órganos que lo necesiten, es decir, aumenta su concentración, produciendo un efecto hiperglicemiante.
La insulina, en cambio, tiene un efecto contrario, ya que, facilita la absorción de glucosa en la sangre por los diferentes tejidos, generándose un efecto hipoglicemiante. Además, la insulina estimula el almacenamiento de glucosa en forma de glucógeno en las células musculares y en los hepatocitos.  
Cuando el páncreas no puede producir la cantidad suficiente de insulina, la glucosa se acumula en la sangre, provocando una enfermedad denominada diabetes.
La diabetes corresponde a un síndrome orgánico multisistémico crónico que se caracteriza por un aumento de los niveles de glucosa en la sangre, lo que se conoce como hiperglicemia, resultado de bajas concentraciones de insulina o por el uso inadecuado de ella por parte del cuerpo, lo que conduce posteriormente a alteraciones en el metabolismo de los carbohidratos, lípidos y proteínas.
Normalmente, cuando la insulina se acopla en los receptores de insulina de las células, la glucosa puede penetrar a través de sus membranas y utilizarse.
Cuando el páncreas no produce insulina, la glucosa no puede penetrar en las células del cuerpo y utilizarse. Esta es la llamada Diabetes Mellitus Insulinodependiente, o Tipo I.
Cuando los receptores de insulina de las células del cuerpo no funcionan, la insulina no puede acoplarse a ellos y la glucosa no puede penetrar en las células del cuerpo y utilizarse. Esta es la llamada Diabetes Mellitus No Insulinodependiente, o Tipo II.

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